Panorámica desde Oulettes, de izda a dcha: Petit Vignemale, Espalda Chaussenque, Punta Chaussenque, Pitón Carre, Pique Longue y Clot de la Hount.
Paramos en la "terraza" del refugio a comer y sacarnos fotos y fotos...y tras avituallarnos continuamos hacia el collado de Horquette d´Ossoue (2.734m). El camino sale hacia la izquierda según miramos la foto y de frente cruzando el refugio.
(13h) Comienza la ascension con pendiente progresiva por camino de piedras, a veces más compacto y otras más descompuesto.
En poco tiempo vemos que el refugio se hace más y más pequeño. Las vistas sobre el macizo son espectaculares, da igual el angulo y la altura, no hay desperdicio; de hecho, me tropecé más de una vez al ir mirando a donde no debía.
Comienzan a entrar nubes altas desde el sur, que nos impiden ver el collado a donde nos dirigimos durante unos minutos, asi como las cimas. Pero la cosa tiene su encanto.
A las 14h30 llegamos al collado, y las nubes comienzan a subir y desaparecer, aunque no lo hacen del todo.
Una chica muy majetona que habíamos adelantado se ofrece a inmortalizar el momento:
Charlamos con ella mientras barajamos la posibilidad de atacar la cima del Petit Vignemale. Todos menos Pantus decidimos ascender ya que nos encontramos bien y tenemos tiempo. Invitamos a la chica (que venía haciendo el GR-11 en solitario) y acepta.
En poco más de 30 minutos alcanzamos la parte alta del Petit a 3032 metros. Especial mención para Pi y Carro ya que es su primer 3.000. La subida no es dura ni técnica, se hace encarando la pared desde el collado por terreno de piedra descompuesta, buscando el mejor camino posible.
Las vistas son impresionantes, merece y mucho subir para contemplar todo desde ahí arriba. Hacia la cara norta vemos el refugio de Oulettes y el valle de Gaube por el que hemos venido, y hacia el sur obtenemos la primera vista del glaciar. También tenemos buenas vistas del mazico y cresta.
Unas pocas nubes enturbian algo el momento, pero la alegria es patente y evidente (ver foto). Como veis he llevado la bandera vieja (algo haré en breve).
El viento sopla con fuerza allí arriba y decidimos bajar, ya que Pantus nos espera (mientras realiza estiramientos y demás ejercicios de Tai-chi). En poco más de 1h hemos subido, disfrutado y bajado.
Tras despedirnos de nuestra acompañante alemana y desde el collado emprendemos la corta bajada (20 minutos) hasta el refugio de Bayssellance, que ya podemos ver desde nuestra posición.
La llegada al refugio siempre es momento de alegría y satisfacción (como diría un "mantenido" conocido por todos).
Me adelanto para registrarnos, me pregunta cuales son nuestros planes y los apunta (muy bien) y curiosamente pregunta que desayunaremos (yo Cola-Cao "of course").
Tras un breve lavado de gato a esa altura en la calle con viento, es un placer ponerte ropa limpia y abrigarte. Más aún si la panorámica que tenemos delante incluye vistas sobre el Circo de Troumousse, Gavarnie, Brecha de Roland, Taillo...hasta el Mondarruego en Ordesa (que presidia nuestro campo base hace pocas semanas en Torla cuando fuimos "de barrancos").
Tengo fotos mil (llené la memoria al comienzo del ultimo día), pero no puedo poner todas, aunque cuando tenga tiempo prometo ir subiendolas por "fasciculos" a la sección de fotos del blog.
Fue mágico el atardecer de ese día, estar alli rodeado de semejantes vistas, ser consciente de que estaba allí (por fin) y disfrutarlo a tope.
Tras preparar la mochila para al día siguiente no perder tiempo tras el desayuno volvía a salir a ver como el sol se ocultaba tras el collado de Horquette a la vez que los valles se iban rellenando de blancas nubes mientras que el cielo se iba despejando, quedando finalmente una noche limpia y estrellada, imposible de admirar desde nuestras urbes.
Aqui una foto para que compareis con la ultima que habeis visto:
La cena del refu fue muy sin más: la sopa de sospechosa apariencia y no mejor sabor...lo mejor que estaba caliente y se agradece en esos momentos. De segundo arroz con carne guisada. Nos volveríamos a encontrar con esta carne al día siguiente en otro formato.
A las 22h se apagó la luz y todos a lolitos o a intentarlo por lo menos. No llevar saco!!! Hay unas colchas nórdicas que os harán sentir dentro de un radiador!!! Pasamos "una caló" brutal...pero para ser refu y estar petado, ni tan mal. Y ya se sabe, con los nervios del día siguiente...pensando, imaginando, repasando...
28 de Agosto 2011
Antes de levantarme miro varias veces por la ventana, como un niño que espera a los reyes, miro al cielo, obteniendo el regalo que quería: ni una sola nube en el aún oscuro cielo.
Nos levantamos a las 6:36 (ya sabéis, cosas mías) y tras vestirnos comentando que tal nos ha ido la noche, bajamos a desayunar.
Antes de dar cuenta del desayuno, y mientras los demás se presentan en el comedor, salgo para ver como amanece. Muy bonita la estampa: los primeros rayor inciden contra la roja roca del Gran Vignemale y poco a poco sobre las cimas vecinas:
El desayuno es mejor que la cena: allí mi tazón de cola-cao (variante desconocida pero rica) y panes con mermeladas y mantequilla, abundantes. Desayunamos fuerte y metemos bien de azúcar. Terminamos de preparar lo poco que nos quedaba, repaso de material en grupo para evitar sustos, nos calzamos las botas y a andar.
Bueno antes de comenzar a andar en la que iba a ser la jornada más larga, me paro a admirar el entorno de nuevo y a inmortalizarlo:
Si pongo todas las fotos de este marco incomprable que tengo, casi casi podría hacer un time lapse...pero no me digais que no es precioso.
La jornada comienza caminando hacia abajo siguiendo las marcas del GR-11. Hasta que vemos en lo alto el glaciar y dejamos el GR para seguir por la derecha por un estrecho camino en dirección al blanco platteau.
Decir que hay unos metros en los que se pasa por una zona alta y vertical con apoyos muy estrechos, donde un resbalón o mal apoyo nos pueden costar muy caros.
Superado este paso continuamos por un más ancho y comodo camino, bien pisado y evidente. Cruzaremos un rio para, siguiendo los hitos comenzar a ascender por la piedra blanca y pulida, que hace pocas décadas estaba cubierta por el glaciar.
Ascendemos hacia el lado izquierdo, como si fuesemos a la base del Monferrat, llegando a un punto en el que ya nos topamos con el hielo. Nos atabiamos con crampones y piolet, y comenzamos nuestra marcha (virgenes los 4 en este campo). Algunos problemas técnicos con el material nos retrasan, pero vamos bien de tiempo y no hay motivo para estresarse, al revés, disfrutarlo mirando a cuanquier lado.
Vista hacia adelante (auto foto, marca de la casa "patented"):
Y vista hacia atrás:
El camino está bien marcado en este primer tramo, pero nosotros nos desviamos para ir en "recto" (también conocido como: punto A - punto B) hacia la parte baja del collado del Chaussenque.
Esquivando grietas llegamos hasta la base de estas cimas, saltando una pequeña rimaya. Nos quitamos los pinchos y tiramos hacia arriba por una fisura grande con buenos agarres, pero ojo, muy poco fiable ya que se rompía por cualquier lado (mucho ojo con las piedras que caen: siempre casco y atentos!!)
Llegamos a la altura de la Espalda Chausenque (3154) y continúo hacia arriba por la cresta mientras Carro y Pantus esperan, Pi ha decidido darse la vuelta, ya que las trepadas no le gustan.
A cobijo del viento y con el Montferrat de testigo.
Aqui Pantus señalando el cresterio que lleva a la Espalda y al Petit algo más allá.
El viento pega con fuerza y desestabiliza a ratos, unido a que llegamos a un punto en el que no vemos clara la progresión sin arriesgar más que mucho, decidimos disfrutar de las vistas y al rato bajar para continuar con la jornada y el plan. Descendemos cuidadosamente, yo el más lento...y es que trepar no me va mal pero destrepar se me da fatal o peor.
Pantus se lleva el premio al Great Descender del periplo, ya que demostró gran soltura en todas las bajadas.
Junto a la rimaya nos calzamos los crampones y "tiramos" todo recto junto al contrafuerte de la cresta, hasta llegar a la altura del Pitón Carré 3.197 metros.
Vuelta a repetir la jugada de quitar material y trepar por sus rojas paredes. A media trepada nos encontramos con un mirador privilegiado junto a la canal y al lado del Vignemale.
Tardamos unos 10 minutos en alcanzar el hito que marca la cima (sujetando la bandera porque el fuerte viento no la dejaba quieta) Al fondo el Pique Longue o Comachibosa (en aragones)
Volvemos a bajar y lo mismo que antes pero esta vez hasta pasado el macizo del Pique Longe, donde vemos que baja gente desde la cima. Pi sufre un apretón y se desplaza unos metros para poner el culete al fresco a más de 3000 metros ¿cuantos pueden decir que hayan hecho eso?
Comemos algo, bebemos bien, dejamos los trastos allí abajo y tiramos hacia la cima y gran objetivo del día: alcanzar los 3.298 metros del Grand Vignemale.
Se asciende bien por un diedro rojo que en menos de media hora nos deja cerca de la cresta de la cima, por donde avanzamos unos metros hasta hollarla.
En la cima nos abrazamos y congratulamos, me da pena que Pi se haya dado la vuelta y no esté entre nosotros.
Celebramos con champán la cima y el encadenamiento de los primeros tresmiles de los participantes del equipo:
Carro mostrandonos el benjamin del que dariamos cuenta en breves instantes, y abajo los 3 con el collado de Lady Lister y el Cerbillona de fondo.
El comienzo de la bajada se me atraganta bastante, bajo muy tenso y mis rodillas sufren en exceso, pero hay que bajar de alli...me alivia el encontrar la cueva que el Conde Russell mandó excavar allí mismo (era un apasionado de esta cima; hay 7 cuevas). La mejor forma de bajar es la misma vía por la que se sube, pero nos desviamos y nos costó un tiempo y varias travesías encontrar el diedro rojo.
Una vez en la base, comemos con fundamento (con todo el que se puede dada la situación) y tiramos hacia el collado de Cerbillona, donde volvemos a dejar el material. Descatamos subir al Clot de la Hount, ahí queda para otra vez, y ascendemos al Cerbillona y sus 3.247 metros. Pero antes vuelvo a desenfundar la cámara para enseñaros esto:
La vista del Glaciar en todo su esplendor desde su punto más alto. Si os fijais, a la altura del Pitón a la izquierda bajan 4 -5 personas, para que os hagais una idea de su magnitud.
Desde este punto y hacia el otro lado, se obtienen unas vistas muy bonitas, y conseguimos identificar el Midi d´Ousseau (en la lista para cuando se pueda) el Anayet y alguno más.
Comenzamos a caminar hacia el Cerbillona, sin ninguna dificultad se llega a la cima. Carro y Pantus practicamente ni paran, Pi y yo si. Desde aqui las vistas sobre el valle de Ara son preciosas.
Continuamos hacia el Collado de Lady Lister, desde donde vemos las dos salidas del corredor de Moscowa y al el Valle de Ara, Bujaruelo,...etc. Por alli también quedan barrancos por disfrutar: Otal, Lapazosa...JObar!! Mire a donde mire hay cosas por hacer!!! QUE BIEN!!!!
Los paisajes parecen maquetas, pinturas, sacados de cuentos y pasajes, similares a los que J.R.Tolkien describe, verdad?
Llegamos al Pic Central 3.235 metros. Son las 13h30, celebramos la cima y decidimos volver hasta el collado y poner punto y final a la jornada de ascenso, para poner rumbo al refugio.
Comentaros que desde el collado de Lady Lister es posible acceder al glaciari sin mayor dificultad, yo pensaba hacer eso, pero un chico me dijo que parecia peligroso y vertical (venian por Moscowa) le hicimos caso y tuvimos que andar algo más. Pero así volvimos a hacer otro 3.000 jajajajaja!
Foto sacada desde el Pic Central con el Clot de la Hount,Vignemale y Pitón Carre detrás.
Desde aqui hasta el refugio tardamos unas 3 horas, sin prisas, y despistandonos algo al salir del glaciar. Pi decidió bajar hacia el GR para evitar el paso estrecho y expuesto y llegó poco más tarde.
Al llegar, nos volvimos a felicitar por haber completado una increible jornada. Todo había salido genial, sin problemas, todos estábamos bien, sin achaques...
Nos volvimos a cambiar y asear en la medida de lo posible. La cena fue mejor que la del primer día. Ésta vez nos acompañaban un trio Andorrano con los que hicimos buenas risas y compatimos conversación y habitación (con los ronquidos de alguno jajajaja).
A la mañana siguiente emprendimos la vuelta. Pi y Pantus madrugan algo más para hacer el Petit, y nos juntamos en el collado. Yo subo hacia el lado contrario a un 2.800 para no quedarme frio e intentar sacar alguna foto bonita, pero la tarjeta de memoria dijo basta.
Ésta es la última foto que pude sacar, se pueden ver las cimas desde el Petit al Grand, haciendose sombra unas a otras...
La bajada fue amena, con estas vistas, parando cada poco para mirar y remirar con detalle. Por lo demás buena temperatura, no calor, lo que ayuda a no desgastarse en exceso.
Pi marcó el ritmo de bajada, tirando sin piedad del grupo.
En Oulettes compartimos almuerzo y risas con los colegas Andorranos (un saludo desde aqui para los 3!!!).
De aqui al parking un paseo de reyes, salvo el tropezón con torcedura de tobillo de Carro. Menos mal que estabamos cerca.
Paraje idilico a acercarnos al lago de Gaube de nuevo.
Desde Oulettes hacia abajo me resistía a dejar de mirar hacia atrás. Cada paso me alejaba de esta montaña, pero a su vez me hacía ser más consciente de que no había sido un sueño. De hecho era real, era un sueño hecho realidad.
Hasta otra. Saludos.
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