Ascenderíamos por el camino tradicional, dejando el de Amezketa, minas y repetidor para otra ocasión, ya que ni Ainara ni Jon conocian este camino. Bueno si matizamos podemos decir que Ainara conocía un 75% del camino, ya que en una ocasión estuvo a punto de llegar a la cima, pero bueno, como decía eran otros tiempos y nada tiene que ver la Ainara de ahora con la de entonces.
Tipi-tapa, tipi-tapa tiramos para arriba tranquilamente. Nuestrar sucesivas miradas a las nubes de la cima parecían no ser suficientes para que estas se apartaran o disiparan, pero bueno, no hay mal que por bien no venga, y de esta forma los que hoy ascendian por primera vez no sabían cuanto quedaba hasta la cima.
Tras hidratarnos en la fresca fuente continuamos hacia arriba. Tras dejar de lado la txabola y llegando al collado vimos que han colocado unas bajas vallas de madera, que se suceden hasta el último tramo de la ascensión.
Afrontando este último tramo las mujeres toman la delantera ya que Jon y yo realizamos una parada técnica. En seguida las perdemos de vista ya que entre la inclinación y la nube/niebla no se veía a 10 metros.
Volvemos a tener contacto visual en el último tramo de rocas donde veo que Ainara progresa sin mayor dificultad ¡qué bien!
1h25min y estamos arriba, sentados junto a la cruz:
Como sabeis nuestro punto flojo son las bajadas (el mio y el de Ainara) asi que nos lo tomamos con calma. La niebla iba ganando terreno:
De aqui hasta abajo continuamos al mismo trote borriquero, disfrutando del paisaje y de la conversación. Al llegar abajo continuamos la tertulia en una de las mesas y dimos cuenta de unas barritas y txiki-bocadillos de jamón serrano.
Serrano posando a lo Filo (el munipa, no tiene nada que ver con nuestro blog, que quede claro)
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