sábado, 1 de mayo de 2010

Fin de semana en Picos de Europa (Asturias)


Como pudeisteis leer hace unos días, algunos de los integrantes del equipo de Al Filo nos desplazamos a tierras Asturianas los días 16, 17 y 18 de Abril. Celebrábamos algo muy importante...los que nos conoceis ya sabeis el que ¿verdad?

El viernes después de comer nos desplazamos hasta el magnífico circuito de Olaberría para enfrentarnos al volante de un Kart. ¿Quien sería el más rápido de nosotros?

La cosa quedó más que clara. Yo (el menda, Iñaki) demostré mis dotes al volante (siendoel único que no había subido a un aparato de estos) marcando la mejor vuelta en la Qualify, la mejor vuelta en carrera y la victoria de la misma.
El enfrentamiento fue apasionante, y el público pudo vibrar con algunos adelantamientos y apuradas de frenada. Mis rivales se mostraron muy sólidos en todo momento, aunque fallaban en las curvas antes de meta, cosa que aproveché para marcar diferencias.
La experiencia una gozada para todos...volveremos (por ahora me centro en Montmeló...jajaja)

De ahí al coche y rumbo al concejo de Onis, más concretamente a su capital Cangas. Por el camino risas, debates y hasta una parada técnica de la benermérita: "Alto: control de estupefacientes!!"
Tras advertirnos que si no les dabamos la droga tenian un perro con más nariz que Garmen y yo, nos dejaron continuar tras husmear por el vehículo.

1 hora más tarde llegábamos a nuestro hotel. Charlamos sobre el plan, más bien me lo expusieron...todo estaba genial.

A la mañana siguiente, y sin madrugar demasiado, veiamos la Q3 de la F-1 y desayunamos. Seguidamente y con los bártulos a la espalda comenzaba nuestro activo día.
Nos acercamos hasta Ribadesella para realizar el mítico descenso del Rio Sella. Nos pusimos esa prenda que tan bien nos queda (tras adivinar la tia de la empresa que eramos los vascos a 50 metros...¿?¿?) , si señores LOS NEOPRENOS!!
Un tio nos dió el remo y ala...al agua, sin más. El día se había despejado, ya que había amanecido muy nublado, y lucia un sol esplendido (gracias a la crema que me dí... por una vez)
Al principio nos costó un poquillo pillarle el truco, bueno, más bien la postura.

Decir que el rio no entraña ninguna dificultad, más bien todo lo contrario, se puede hacer hasta soso. Pero es una autentica gozada admirar el paisaje desde "dentro".
El día era perfecto, y descendimos el 99% de los 13 km en solitario. Pocas corrientes rápidas en el camino...y la más rapida la fuimos a buscar. Garmen y yo vimos que el rio giraba a derecha para volver tras una rapida curva.
Allí nos metimos...de cabza. por algo somos Al filo de lo...Txungo!!! El resultado: bonita curva rápida (lo más rápido del descenso) pero a la salida me quedé atrapado por unos troncos partidos. Garmen tuvo mejor suerte: pegaba contra mi...ajajajaja. Mereció la pena.

A medio camino himos una parada para comer el bocadillo (si señores, lo llevabamos el en barril estanco que se ve en la foto).
A partir de aqui nos lo tomamos más en serio y paleamos más. Y más duro, ya que al acercarnos al mar el viento entraba con fuerza si dejabas de palear te parabas.
El último puente se hizo de rogar, hombros y antebrazos se encontraban calentitos ya.
Una experiencia muy recomendable. La sigueinte vez, probaremos los K-2.
Tras superar el 5ª puente y palear unos 500 metros nos estaban esperando con una furgo para llevarnos de vuelta al "campo base".
Allí comimos al solete tras reirnos pero bien de un más que fanatico de la ducha "Garmen" (pondré la foto en Txaskarrillos si me lo permiten, no se puede explicar, mejor verlo).
A lo dicho. Comimos con "Isabel" al sol y después nos dió tiempo hasta para echar a siesta, con rollo chill-out, ya que nos pusieron musica y todo. Todo un lujo.

A las 16h estabamos en los vestuarios para coger los neoprenos. Llegaba la hora de la esperada actividad: Espeleo-cañón. O lo que es lo mismo, la combinación de la espeleología y el descenso del curso de un rio, pero por una cueva, con rapeles, algun saltito y trepaditas.

Para guiarnos a través de la cueva nos acompañaba Nacho, un tio con muy buen humor. Con él nos desplazamos hacia Llanes tras cargar todo el equipo (arneses, cascos, cuerdas y demás...), más concretamente a la localidad de Purón.
Tras pasar la localidad se gana altura hasta llegar a un collado por una estrecha e inclinada pista que hace que te acuerdes de los seres queridos (sino preguntarle a Garmen ajjajja).
Arriba ya se disruta de unas vistas espectaculares sobre la montaña y el mar, además de la tranquilidad y soledad más absoluta.

Tras un pequeño esfuerzo nos volvimos a engalanar con los neoprenos y chaquetas (esta vez de mayor grosor), ya que según Nacho, la cueva estaría a unos 6º, cosa que acojona, pero que luego no te das ni cuenta, ya que entre la tensión, la emoción y el esfuerzo...se te pasa el tiempo volando. Además hasta llegar al inicio de la cueva hay que caminar unos 15 minutos, y con todos los trastos (casco, neopreno, arnes...) se llega sudando.

A la entrada de la cueva avanzamos siguiendo el curso de un riachuelo, con poquito caudal. Frontales en marcha y pa delante.
Pena de no tener fotos, pero ya se sabe, es complicado (hay pozas, golpes...) por lo que las fotos que pondré no son nuestras (nosotros somos más guapos, ¿que no?jajjejeje)

A los pocos metros de comenzar nos encontramos con una gran sala, por su anchura y altura, lo que resta angustia a la idea de estar metido dentro del monte.
Pero metros más adelante empezaríamos a transitar por pasillos muy pero que muy estrechos, y con formas muy curiosas. Una autentica pasada.
Atrevesamos uno de mas de 30 metros de largo por el que debiamos llevar los pies de lado, y el cuerpo inclinado hacia delante.
No se veía el final a pesar de los potentes frontales. Decir que el aire exhalado hacía efecto niebla, ya se sabe a 6ºC...
Pronto llegaron las pozas y el contacto con el agua fresquita, a saber a que temperatura estaría...pero no hubo largas esperas dentro del agua, lo que evita situaciones desagradables. A esto ayudaba el que ibamos nosotros con Nacho solos, sin ningun Madrileño despistado como en anteriores ocasiones...jejeje.
La piedra tiene un grip excepcional a pesar de estar humeda. Y a cada paso disfrutabamos de formas y geiometrías diferentes (estalactitas, estalagmitas,...)

La cueva totalmente de mármol negro con betas blancas es atravesada de sur a norte por el río Purón, podrás encontrar en su interior todo tipo de cavidades, toboganes, pozas, galerías subterráneas, cascadas y tres rapeles perfectamente equipados que sin duda te dejarán boquiabierto.

Concretamente se hacen 3 rápeles, el primero de unos 12-15 metros, el 2º cortito pero no por ello hay que confiarse (yo me quede boca bajo tras un resbalón) y el 3º de más de 30 metros.
La sensación no tiene nada que ver con un rapel a vista, ya que aqui en los largos no ves donde acaba, sobre todo si vas de 1º como yo. Pero esta muy bien.
En el último ráoel me tocó trabajar más de lo esperado, y es que la cuerda se quedó enganchada en la piedra 2 veces y tuve que ir tirandola hacia abajo. Este rápel comienza haciendo opocición a la pared unos 5 metros, para luego adoptar la posición normal y continuar hacia abajo.

La sensación con la luz apagada esperando a mis amigos fue la pera. Allí dentro del monte, donde el tiempo parece no pasar...una pasada. Recomendable 100%

La vuelta a la furgo es durilla para la gente que no esté acostumbrada a patear por el monte. Muy inclinada y deslizante, sobre todo si está mojada.

Vaya chapa que llevo...ya me estoy cansando. Resumiré: de aqui al hotel, una ducha y a cenar de picoteo genial!!! Pronto a la cama.
A la mañana siguiente vimos la F-1 y nos fuimos a dar una vuelta light en Quads. Tras ella, nos acicalamos y fuimos a comaer de lujo (detalles en persona)

GRACIAS A MIS AMIGOS POR ORGANIZAR ESTE FINDE INOLVIDABLE CON BROCHE DE ORO!!!

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