29 de julio, 2014 (5º día consecutivo)
Con 6 barrancos a nuestras
espaldas, y el descenso con meteo regular de Lapazosa el día anterior, afrontábamos este último día; Alain nos había
hablado mucho del Otal, fue uno de los aperturistas y equipador del mismo, por tanto es normal tenerle estima…así que nosotros también queríamos conocerlo.
La meteo anunciaba cielos nubosos
a primeras horas, pero mejoría según avanzara la jornada. Nos miramos con cara
de “otra vez lo de ayer” cuando al cruzar el puente de los Navarros comenzó a
llover. Y no paró hasta llegar a Bujaruelo y pasar unos minutos, en los cuales
Gorka decía “yo así no voy”. Las cosas claras y el chocolate…como tiene que
ser.
Paró de llover y comenzamos la
aproximación. Muy bonita por cierto. No cogimos ninguno de los varios atajos
que salen del camino principal que lleva al Valle de Otal. Camino muy bien
señalizado desde Bujaruelo que asciende cómodamente (1h15 aprox) hasta el
valle.
Hay gente que dice que es largo,
pero es un paseo que bien merece ser conocido, y si de paso te lleva a un
descenso, pues mejor que mejor.
El día iba mejorando, pero era
fresco, caminábamos con las chaquetas puestas. El cielo iba mostrando cada vez
más azul.
Llegamos a la parte alta y
cruzamos la valla-puerta ganadera. Bajamos un poco y tras cruzar el cauce
seguimos el rio hasta que nos paramos a vestirnos.
En este momento se nos
acercó un buen señor ingles(¿?). Nos preguntaba a ver si íbamos a bucear por el
rio…le explicamos que aunque nos habían dicho que iria fuerte, no esperábamos
tanta agua; a nosotros se nos da mejor llevar la cabeza fuera del liquido
elemento…por eso de respirar y esas cosas.
Comenzamos a caminar por el cauce
y por su orilla. El agua está muy muy muy fría, más que en el Mirabal.
Llegamos al primer resalte
importante. Es saltable desde un árbol a nuestra izquierda, hasta el que
podemos llegar ayudándonos de un pasamanos. Ojo!!! Si decidis saltar asegurar
que hay caudal, y hacerlo a la espuma cerca del activo ya que apenas cubre.
Continuamos sortando varios
resaltes, algunos de ellos equipados con pasamanos. Llegamos a un bloque de
piedra. Yo me subo a otro más alto a la izquierda. Volvemos a saltar, cada uno
desde su posición, creo que no tocamos fondo.
Comienzan los rapeles. Aunque
haya caudal la equipación es buena y se baja por los laterales de las cascadas.
El barranco es de carácter abierto en casi todo el trayecto.
Se encadenan varios casi consecutivos, el paisaje es bien bonito:
Los puntos más conflictivos y a
tener en cuenta llegan tras la acequia en desuso. Al llegar a la misma
decidimos pasar el cauce y salirnos por ese escape (ultimo del barranco), pero
no para abandonarlo. Saltamos desde el bosque a la poza siguiente al rapel de
la acequia. Unos 12 metros a ojo. Una poza buena, profunda, en mi opinión mejor
saltar que meterse en el estrecho rapel con el caudal que llevaba. Aqui el video:
Como os decía si hemos decidido
continuar por el barranco ya será difícil salirnos del mismo, a valorar antes. El
rapel de 20 que ahora nos toca es el punto más delicado del descenso ya que o
guiamos el rapel a nuestra derecha según bajamos y nos salimos del activo
guiando al resto…o bajaremos de pleno por el activo a los pocos metros. Gorka
bajó en primer lugar pero no pudo subir y salirse ya que la piedra estaba
calada y resbalaba pero se salio del activo hacia derechas, evitando lo mayor.
Tampoco vi que le llevara mucho,
asi que quise probar la fuerza del agua y lo baje por todo el activo hasta la
recepción, donde hay que tener cuidado con un tronco empotrado y no liarnos con
la cuerda. Sin problemas, ambientillo!!!
(no pierdan detalle de lo gran comunicador que es mi compañero...jajaja)
Desde aquí en seguida se ve el
Ordiso y sus bonitos colores. Baja potente, y coincidimos con un grupo que lo
esta descendiendo “con mucho cuidado para que no te lleve” (textual).
Continuamos mirando bien por donde avazar y evitar movimientos “txungos”, pero
es evidente.
Agua muy fría…asi que hay ganas
de salir jaajajajaa. Nos quitamos los ropajes y listo: fin de otro periplo
barranquil.
Volvemos caminando por llano y
comodo camino desde el puente de Oncins hasta Bujaruelo.
Pendientes quedan: Carpín (no nos
llegan las cuerdas), Ordiso (por tiempo y caudal, aunque yo ya lo tengo hecho)
y cuando seamos mayores la temida Garganta de los Navarros.
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