Jueves 1 de mayo
Introducción
Tras llegar de víspera hasta
Rodellar y ubicarnos en el camping (llamado igual que el barranco) montamos el
campo base y dejamos preparadas las mochilas…nos levantamos a las 6:26 de la
mañana. Mencionar que un grupo de checos lo hicieron a las 5:15, dejando el
camping sobre las 6h; lo se bien ya que poco dormí esa noche, si soy un
nervios, lo sé…pero los ronquidos de Gorka C no ayudaban nada.
Tras desayunar tranquilamente y
“hacer” todos los deberes, comenzamos a andar. Bastantes ligeros de ropa, y con
un ambiente fresquete (unos 9-10ºC) y bastante viento. En el cielo pocas nubes,
por delante una larga aproximación de unas 2h30. Pero cabe destacar lo bonita
que es, de hecho comentamos varias veces que aún sin ir a realizar el descenso
del barranco bien merece la pena realizar ese trayecto. Lo más pesado será
cruzar el rio…cuantas veces??? No lo se, después de la número 100 perdí la cuenta
jajajaja, es broma no son tantas.
Aproximación
Cómo ya he mencionado antes,
partimos del pueblo de Rodellar, y nos adentramos en el entre las grandes
paredes del barranco (archiconocidas por ser una de las mecas de la escalada
nacional).
Tras descender por senderos bien
marcados llegaremos hasta el rio. Y aquí comienza el “cruza el rio que lo
volveras cruzar y cruzar, y otra vez, venga
más…” Igual no son tantas, pero seguro que con ganas de cruzar ríos no os
quedais.
Pasaremos varias zonas de escalada,
una de ella la de la fuente (donde veremos como sale agua desde una cueva).
Continuaremos hacia “el delfín” (curiosa silueta del acuático mamífero en la
roca). Lo dejaremos atrás y seguiremos por nuestra derecha remontando el rio,
en breve nos encontraremos un señal que nos indica debemos seguir a derechas,
hacia la Ciudadela. Las vistas ya serán muy curiosas y bonitas durante toda la
aproximación.
Tras cruzar unas pocas veces más
el rio, comenzaremos a subir por un camino muy bien marcado hacia el pueblo
abandonado de Otín.
Aquí ya comenzó a darnos el solete, lo que unido a la
pendiente hizo que apareciesen las primeras gotas de sudor del día.
Como he mencionado ya varias
veces, la aproximación no tiene desperdicio. Las vistas hacia atrás, hacia
abajo con todas las agujas y curiosas formaciones…y hacia delante aparecerán a
saludar los Tres Soroses (Cilindro, Perdido y Soum de Ramon): una pasada!!!
Otra más haciendo zoom de las 3 cimas:
Llegamos a Otín (cartel).
Podremos continuar por la derecha (variante que no entra al pueblo) o coger a
la izquierda y para arriba. Nosotros optamos por entrar a conocer el pueblo, se
veía una iglesia, y ya se sabe “donde hay una iglesia, hay un bar”. Y no lo
encontramos a pesar de leer una indicación…una pena.
Tras cruzar el pueblo en camino
descendente por una senda empedrada empalmamos con el camino de nuevo tras
seguir marcas de GR.
El camino ya será horizontal y
descendente, ah y muy bonito jajajaj por si no lo había dicho.
Encontraremos carteles que
indican Barranco de Mascún, y dejaremos a un lado el del Raisen. Cuando estemos
cerca veremos carteles que dicen: Saltador de las Lañas.
Las ganas de entrar al
agua aumentan…y en este momento vemos a una pareja equipándose. Uno de ellos
comenta que en unos 50 se encuentra el primer obstáculo…creo que eran 500, menos
mal que continuamos caminando por fuera del cauce. Y cuando faltaban escasos
100 metros: curzamos el rio por ultima vez!!! Pero en esta ocasión nos mojamos
los pies.
Llegamos a la cabecera de la
parte deportiva: Por fin!!! Estamos aquí!!! Que ganasssssssssssss. La mala
nueva es que el grupo de checos del camping están aún rapelando…son unos
cuantos y no tienen ni p… idea.
Descenso
Nos lo tomamos con calma, para
dejar tiempo y espacio a los checos. Mientras valoramos si entrar saltando o
rapelando (rapel guiado desde la parte alta a nuestra izquierda, cruzando el
cauce hasta el 2º rapel). Va llegando gente y decidimos vestirnos, tras
consultar con el resto de barranqueros se decide entrar saltando.
Tras el primer salto, viene un
segundo de unos 2 metros, de marmita a marmita. La duda de no saltar venía del
destrepe y travesia desde esta segunda hasta la cabecera del rapel de 20
metros. Ya que parecía iba algo fuerte, y al no conocer el terreno…optamos por
saltar y valorar ya que por detrás venía gente y nos podría echar un cable, una
cuerda mejor en estos casos.
Pasamos con cuidado y sin
problemas. Ibon monta el rapel, y de mientras nos sacamos fotos de las nuestras:
Rapelamos hasta la buena repisa que queda a
unos 7 metros del agua, donde entran 4-5 personas bien
...y una vez agrupados y con la cuerda ensacada, saltaríamos.
El entorno es magnifico,
impresionante, el color del agua es de esos que ves en las pelis del
caribe…pero coño esta fría jajajaj asi que mejor no os quitéis el traje de
goma. Salimos caminando por una zona más plana, la roca tiene una buena
adherencia.
En breve llegamos a las Cascadas
de Peña Guara, donde se vuelve a estrechar: nos encontramos una sucesión de 4
rapeles.
Creo recordar que sólo saltamos el 3º, el que queda antes del rapel de
12-14 metros: otra foto mítica del Mascún. Lo que pasa que mi cámara tiene afán por dejar una gota de agua en la mitad siempre, por mucho que la quites...
Volvemos a caminar durante un
tramo, hasta llegar a la zona de los Oscuros de Otín. Accedemos a ellos tras un
muy sencillo destrepe. El día es soleado y no sacamos los frontales. El lugar
es precioso, la cueva muy alta, los juegos de colores y el contraste de lo que
queda fuera, donde hay luz y dentro es impresionante. Tras recorrer la galería
que va girando a izquierdas llegamos al rapel de 5 metros. Aquí hace fresco
jajajaj!!!
El siguiente rapel es más largo,
y nos deja en una poza que nos cubre enteros, desde donde ya se ve la luz…pero
por desgracia hay atasco, y como os digo la luz se ve pero no se cata. Tuvimos
que esperar un rato bien largo, y que horror!!! Gorka se adelantó para
mantenernos informados; Ibon y yo nos quedamos en una repisita cuan dos
sapos...sapos cada vez más helados.
Tras la larga espera por fin llegamos al siguiente rapel, que no
es vertical del todo, y unos franceses que vienen por detrás me dicen que con
menos agua se puede rapelar. Los mismos nos comentan que el siguiente de 3
metros se puede saltar, saltando lejos, ya que en la recepción hay una laja
plana…una chica saltó poco confiada y se fastidió el tobillo. Nosotros pasamos
todos sin problemas.
El ultimo rapel de esta zona de
5m , también lo saltamos (tras montar el rapel y ayudar a la chica a llegar y
bajar) Salto bonito, ya que enfrente tenemos la pared cerquita.
El barranco continúa por una
parte de estrechos muy bien formados, nos lo tomamos con tranquilidad y
admiramos el hermoso paisaje.
Llegamos al último rapel. Tiene
instalaciones a ambos lados. Opté por montar por la dcha, unos 6-7 metros tras
los cuales ya solo nos queda caminar. Sortearemos un caos de bloques, se puede
buscar algún salto donde veamos que cubre…pero ya llevamos unas cuantas horas y
no le vemos aliciente a ninguno.
El final “oficial” lo marca la
Aguja de Cuca Bellostas.
Desde aquí en breve llegaremos al
mismo camino por el que anteriormente habremos accedido al barranco. Así que
toca caminar hasta Rodellar.
Resumen
Una aproximación muy bonita y
entretenida. Un inicio precioso y activo. Una zona de oscuros magnifica. Precisos
pasillos estrechos…un barranco que nadie tendría que dejar de hacer.
Eso si…entrar pronto y llevad
agua y comida, es largo. No es difícil, su dificultad en este caso serían las
horas totales. Nosotros terminamos muy bien, buen sabor de boca tras tiempo
pensando en conocer el Mascún en primavera “en su punto”: un placer!!!